18 jul 2008

Corazón mágico


Ésta imagen, trae a mi mente la magia de los cuentos de hadas, la historia empieza, donde los duendes custodian este "estanque de amor", ellos ahí se divierten jugando y haciendo bromas a todo el mortal que pasa por ahí, no sin llenarlos antes de un inmenso amor y alegría (claro eso sólo sucede en estas historias).
La princesa del reino Feliz pasea por el estanque todos los días, le gusta contemplar la claridad del agua, sentir la tranquilidad y alegría del lugar, pero como en todos los cuentos de hadas; aquí no podía haber la excepción, el rey, del reino Egoísta vecino del reino Feliz, odiaba las cosas buenas, ver a la princesa y a sus súbditos siempre felices, por lo que fue a ver a un hechicero para cambiar las aguas del estanque del amor y volver esa felicidad en rencor, amargura y odio, en un descuido de los duendes, vertieron el brebaje en el estanque, un ambiente raro surgió, todos los habitantes del reino Feliz sentían una rara sensación, los duendes se hicieron malos, la princesa sentía una enorme tristeza y amargura, todos los que iban al estanque ya no regresaban felices sino mal encarados y con ganas de pelear.
Eso llamo mucho la atención del Rey y preguntó a sus hechiceros y guerreros qué pasaba, por qué ese cambio tan abrupto en su reino cada vez eran más frecuente, mando a sus mejores hombres al estanque para tratar de entender lo que pasaba, desde un principio desconocieron el lugar, se veía árido, triste no como antes resplandeciente, se retiraron antes de que los efectos negativos se apoderaron de ellos y reportaron al rey lo sucedido, inmediatamente solicitó la ayuda de otro reino vecino; el de La Esperanza, acudiendo inmediatamente al llamado el príncipe y sus mejores hombres, le explicaron lo sucedido, entre consulta y consulta llegaron a la conclusión que el reino del Egoísmo algo tenía que ver en todo esto, por lo que el príncipe acompañado de sus hombres y los del reino Feliz, fueron al reino Egoísta, donde encontraron rechazo, odio, egoísmo y nadie cooperaba con ellos hasta que alguien muy escondido les llamo y les dijo que, el rey había pedido al hechicero hiciera algo al estanque del amor, para cambiar el reino Feliz y se hicieran como ellos, este súbdito al terminar de contar los hechos se fue corriendo por miedo a que lo vieran y lo acusaran de traidor.
Ante eso el príncipe enfrento al rey y le dijo que arreglara las cosas, que él podía cambiar su reino sin necesidad de afectar a los demás vecinos, sólo era cuestión de querer cambiar y abrir sus sentimientos, para que su reino se tornará hermoso, alegre y que tuvieran una convivencia mejor entre todos ellos y sus vecinos, que lo importante es conservar siempre la esperanza de un mejor día y vivirlo con mucha alegría.
Una vez convencido el rey ordeno a su hechicero arreglara el embrujo, y así lo hizo, el reino Feliz fue nuevamente Feliz, la princesa agradeció al príncipe su ayuda y se comprometieron en matrimonio como recompensa y el reino Egoísta empezó su cambio que hasta el nombre cambio, ahora es el reino de la Confianza.
Cuando se pierde la FELICIDAD o la ESPERANZA, se pierde todo... por eso nunca se debe perder la CONFIANZA en uno mismo para no perder los sueños, las ilusiones, la esperzanza, la felicidad o el amor.

2 Comments:

Anónimo said...

Buena historia, ¿es toda tuya?

Afrodita said...

GRACIAS!!!!, SIIIII estaba inspirada...