26 may 2008

¿Cómo es tu corazón?

Un día un hombre joven se situó en el centro del pueblo donde vivía proclamando poseer el corazón más hermoso de todo el pueblo.

Propios y extraños del pueblo concurrieron, admiraron, constataron y afirmaron que así era, ya que el corazón del joven era inmaculado, no se veía marca alguna de cicatriz o rasguño.

Al oír eso el joven no hizo más que enorgullecerse de ser el poseer el corazón más bello del pueblo.

Pero hubo un anciano que dijo, ¿Por qué dices eso? Si el mío es el más hermoso.
Empezaron las exclamaciones y preguntas del por que se atrevía el anciano a decir eso y comparar, si su corazón latía pero mostraba cicatrices, tenía trozos de otros corazones, se veían aun heridas frescas y bordes irregulares, hasta un hueco mostraba.

La gente decía ¿Cómo puede decir que su corazón es hermoso?





El joven rió al verlo, “es una broma” dijo.

Comparas mi corazón perfecto con el tuyo que esta lleno de cicatrices y dolor.

Si dijo el anciano, tu corazón es perfecto, pero yo no te tomaría en cuenta como persona.

Y le explico, cada cicatriz que vez es una persona a la cual entregue todo mi amor.

Arranque trozos de mi corazón para dárselo a cada uno de los que he amado. Ellos a su vez me entregaron un pedazo del suyo el cual he depositado en el lugar que quedo abierto, como no han sido iguales los pedazos por eso hay bordes de lo cual me alegro por que es el recuerdo del amor compartido.

Los huecos que puedes ver son, por que hubo a quien le di un pedazo de mi corazón pero no correspondió con una parte del suyo, Amar es arriesgar, pese al dolor que ocasionan esas heridas abiertas, les sigo amando y alimentan la esperanza de un regreso que llene el vacío en mi corazón.

Comprendes ahora lo qué es hermoso?

El joven con lágrimas en las mejillas, se acerco al anciano y tomo un trozo de su perfecto y hermoso corazón y se lo ofreció.

El anciano lo tomo y lo coloco en un hueco, tomo un trozo de su maltrecho corazón y se lo dio al joven para que tapara el hueco que tenía. Como los trozos no eran iguales quedaron bordes.

El joven miro su corazón, no era perfecto pero si más hermoso por que ahora fluía el amor del anciano en su interior.

Y tu corazón . . . ¿ Cómo es?
Este es uno de los primeros correos que recibí hace muchos años, el cual me gusto y aun conservo.

3 Comments:

neoinileias said...

έχεις ενδιαφέρον blog

Anónimo said...

Ya lo había leído, es una hermosa historia.

Afrodita said...

Atenea

Si bastante, me gusta muchisimo y así quiero mi corazón lleno de bordes y heridas...

Neoinileias

Gracias por su visita y su opinión