20 feb 2009

Trampa



Hay veces que hay trampas en la vida,
en la cual caemos sin darnos cuenta
de que están ahí.


Llegaste tímido, misterioso y serio,
tanteabas el terreno donde estabas entrando,
cambiabas día a día tu forma de ser,
fuiste más extrovertido, divertido
contagiabas con tu risa.


Hacías de mis mañanas un deleite
con tu humor,
por las tarde me seducías con tus
encantos y palabras
por las noches me llenabas de tu deseo
y misterio en mis sueños.


Cada día era diferente, me atrapaste:
con tu atención, con tu tiempo,
con escucharme y darme ánimos,
me doblegaste con detalles inesperados
hasta que termine en tu mundo y en
tu vida.


Trampa de amor, en la que cayó mi
corazón...

Este cazador cansado de su presa,
le da la libertad, pero la presa
está herida, asustada y perdida,
no sabe que hacer ni a donde
dirigirse, después de creerse
amada y parte de la vida del
cazador.

Habrá más trampas, pero este corazón
será más precavido y desconfiado...

2 Comments:

Anónimo said...

Que hermoso poema, a veces nos proponemos no volver a amar tan intensamente y no caer en las trampas que el corazon nos pone pero no siempre podemos.
desafortunadamente en el corazon no se manda.
besos, excelente poema.

Afrodita said...

Anónimo muchas GRACIAS por tu opinión, efectivamente en el corazón no se manda, debemos seguir y tratando, que si caemos en alguna otra trampa no salir muy lastimados