Despedida...

Las despedidas son tristes y quisiéramos que nunca llegaran...

Los días que estuvimos juntos quedaran grabados en mi pensamiento,
conocerte de otra manera fue grandioso, ver tu sencillez, tu sonrisa,
escuchar ese acento al hablar tan tuyo.

Te despediste con unas palabras que hicieron a mi corazón llorar,

por sinceras e inesperadas, dijiste no quiero lágrimas

sino sonrisas para llevármelas como un recuerdo tuyo.

Y así fue, ya que partías después de ese abrazo que duro

minutos y el cual ambos no queríamos que terminara, te enfilaste

ala sala de abordaje, volteaste a verme me mandaste un beso,

sonreíste y yo de igual manera sonreí para ti, caminaste y perdí

tu silueta, te habías ido ya a tu lugar de origen, a tu vida de siempre,

con los tuyos.

Me viste sonreír como querías, pero al quedarme sola

y revivir todo desde que llegaste fue inevitable, llorar

sentir un vacío y una incertidumbre por el después de

esos días.

Después de eso, se fortalecieron aún más los lazos que nos unían...

pero han pasado muchas cosas que nos han separado.

Hoy en día, mi corazón se alimenta del recuerdo de ti,

de todos los momentos compartidos,

tanto a la distancia como cuando estuvimos

al fin juntos.

Cuando será que nuevamente estemos juntos, no lo sé

solo Dios ó el destino podrían contestar eso